• ¿Qué aporta cada porción de proteína Solstice?

    Cada porción (30 g) ofrece 25 g de proteína pura, alrededor de 110–120 kcal, menos de 1 g de grasa y 2 g de carbohidratos disponibles. Es ideal para apoyar tu nutrición diaria y tu rendimiento.

  • ¿Cómo debo preparar mi proteína Solstice?

    Mezcla 1 scoop (30 g) con 250–300 ml de agua o leche en tu shaker. Para un batido más cremoso, usa leche o añade hielo.

  • ¿Cuántas veces al día puedo tomarla?

    Puedes consumirla 1 o 2 veces al día, dependiendo de tus necesidades de proteína. Por ejemplo, después de entrenar y como snack proteico entre comidas.

  • ¿Puedo usar Solstice si no hago ejercicio?

    ¡Sí! Nuestras proteínas también son una opción práctica para complementar tu dieta diaria, especialmente si quieres aumentar tu ingesta de proteína o mantener una alimentación balanceada.

  • ¿Por qué elegir proteína Solstice si soy sensible a la lactosa?

    Nuestras fórmulas son aislados de suero (WPI), que contienen muy poca lactosa, además de enzimas digestivas que facilitan su digestión. Sin embargo, si tienes alergia a la leche, no recomendamos su consumo.

  • ¿Las proteínas de Solstice contienen azúcar?

    No, nuestras proteínas no tienen azúcar añadida. Están endulzadas con sucralosa, aportando solo 2 g de carbohidratos disponibles por porción.

  • ¿Qué alérgenos debo considerar?

    Todas nuestras proteínas contienen leche y algunas versiones, como el sabor Mazapán, también contienen maní. Revisa siempre la etiqueta del producto antes de consumirlo si tienes alergias.

  • ¿Cómo ayuda la proteína Solstice a mi recuperación y masa muscular?

    Cada scoop aporta 25 g de proteína de alta calidad, que contribuye al crecimiento y mantenimiento de la masa muscular y apoya una recuperación más rápida después del ejercicio.

  • ¿Cuánto tiempo dura un bote de proteína Solstice?

    Un bote estándar de 900 g rinde aproximadamente 30 porciones, ideal para un consumo diario de un mes.

  • ¿Cuál es la mejor hora para tomar proteína Solstice?

    El mejor momento es después del entrenamiento, cuando tus músculos necesitan nutrientes para recuperarse, aunque también puedes tomarla en la mañana o entre comidas para cubrir tus necesidades diarias.